Ciudad de México – El Cónsul hondureño, Héctor Amador, confirmó que entre los 206 migrantes que habían sido abandonados por presuntos traficantes en un tráiler cerca de la ciudad José Cardel, en el estado de Veracruz, se encontraban 27 compatriotas hondureños.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México, emitió un comunicado este día sobre el rescate que se produjo el sábado de los migrantes con procedencia de Guatemala y Honduras, completamente deshidratados y medicados con sustancias para soportar el encierro, de acuerdo a los testimonios de los rescatados.
De los 206 migrantes localizados, 132 guatemaltecos viajaban en núcleos familiares, así como 3 familias con 12 personas procedentes de Honduras. Pero minutos después, el cónsul hondureño reveló que se trataba de 27 connacionales.
De los 27 hondureños -12 menores de edad y 15 adultos- fueron identificados como:

Entre los que viajaban solos, se encontraron a 35 hombres, 4 mujeres y 20 menores de edad (15 niños y 5 niñas) procedentes de Guatemala; y otros adultos de nacionalidad hondureña.
Además del hecho que los migrantes aseguraron que habían sido medicados, trascendió que la caja del tráiler, adaptada con soportes metálicos para formar un segundo piso, estaba cubierta con material hermético para evitar que su contenido pudiese identificarse mediante las cámaras de rayos X de los cuerpos de seguridad.
Los migrantes también habían sido identificados, presuntamente por los traficantes, mediante brazaletes. El conductor del camión, incide el INM, habría huido del lugar dejando a los migrantes encerrados en la caja del tráiler, en una práctica recurrente.
El hecho refleja el inédito flujo migratorio, con más de 2,76 millones de migrantes indocumentados interceptados por Estados Unidos en la frontera en el año fiscal 2022.
Mientras que México registró un incremento anual de más del 43 % en el número de «personas en situación irregular» en el país en el pasado año, cuando detectó 444.439.
Los migrantes que atraviesan México para llegar hasta Estados Unidos, además, se enfrentan desde el pasado 11 de mayo a una situación incierta, después de que Washington pusiera fin al Título 42, una ley sanitaria con la que expulsaron a 2,8 millones de extranjeros por la pandemia del coronavirus.
En su lugar, el Gobierno estadounidense aplica ahora el Título 8, que agrava las sanciones para aquellos que crucen la frontera de forma ilegal.